For me, Astrid Brinck is one of the most authentic therapist that I have met so far. She combines shamanism, breath work and physical experience in her work. I attended a course "human awakening " with her for 1.5 years that deeply transformed me, helped me find my way back in the flow of love and gave me lots of energy that had been bound in conflicts, anger and resentment.
One of the deepest processes was to connect with my female expression again, by connecting with my mother, grandmother, and the entire female line behind me. I also went to the workshop "Wild wise woman" and "Sacred womb" that Astrid held outside Gothenburg some year ago. Every time another layer got unfolded and some things have already changed in my life.
What touched me the most in the first meeting with Astrid, was her female power. I met a woman who expresses so much love and at the same time alignment and clarity. In Germany I didn´t meet before a woman who expressed so strong these two qualities.
Astrid creates rooms based on a high spirituality where everybody feels free and invited to explore their own truth. The space she opens is beyond right or wrong and so healthy to face myself, to watch and love myself right where I am, allowing me to see everything and everyone with more loving eyes. This foundation gives me a nourishing ground to grow, to see my shadows and my light and to explore my deepest longing for the moment or also further.
Astrid is a delightful teacher in creating spaces for self-empowerment. She uses various methods in nature, in groups, in self-awareness. she inspires us to explore our own wisdom and connect to the roots we come from to take this power to the present moment. I´m so thankful about this work because I feel I expand my heart wider and wider.
La primera vez que me entregué al liderazgo de Astrid fue cuando participé en un temazcal que ella condujo. Y la experiencia no fue agradable. No pude relajarme ni un segundo. Cuando más tarde tuve la oportunidad de aprender más acerca de la ceremonia, pude comprender que lo que me impidió relajarme era mi gran ego que estaba a la defensiva.
Años más tarde, después de mucho crecimiento y con el solo deseo de integrar todo lo aprendido en la vida diaria, fui parte de la organización de un seminario que Astrid haría en Skåne. Yo creo que este fue un regalo que la vida me envió. Desde entonces siento que cada uno de nuestros encuentros hace que las piezas del rompecabezas que es la vida encajen más y más.
Hay algo muy especial en esta mujer. Su calma y naturalidad. Su manera de dirigir el grupo facilitando que cada participante busque y encuentre su propio centro me imparte una confianza y un entusiasmo infinitos. Doy gracias a la vida por que nuestros caminos se hayan encontrado!
Observando mi corazón y cómo ha madurado, con toda la honestidad conmigo misma posible, encuentro la edad en la que estoy anclada y lo que me toca trabajar. A partir de las explicaciones que Astrid nos da me pregunto, ¿cómo puedo entregar si hay círculos de mi vida que no he cerrado? ¿Cómo puedo anclarme en la edad que me corresponde, si no he tomado ciertas situaciones y he dejado que éstas me tomen a mí?
Y digo “Sí! Mi corazón tiene el tamaño de mi vida” naciendo en mí una firme inspiración para hacerme cargo de algunas circunstancias y para cerrar los círculos que me pesan en la espalda.
“Cuando me hago dueña de la edad que tengo, la ayuda que puedo dar es fértil”, nos reafirma Astrid y recuerdo algo que publicó en su página de redes sociales: “Hacerse dueño de la propia vida es tomar cada hebra de lo vivido en los pliegues íntimos del corazón, hacerlos sangre viva que nutre los latidos del ahora y que en si llevan el pulso de un mañana hecho del hoy...”
Para este taller, partimos de la premisa que aprender a dar y recibir ayuda es esencial para todo ser humano y que en toda relación está presente la ayuda. Sin embargo, no sabemos cómo pedirla ni cómo entregarla. En una vivencia realizada durante el encuentro, nos dimos cuenta que para algunas se nos hace más fácil recibir y para otras dar, aunque a lo largo de nuestras vidas no nos hemos detenido a reflexionar si la ayuda que entregamos es buena. Los primeros fundamentos de la buena ayuda se basan en estar en condiciones de ayudar. Nos sentimos invitadas a comenzar un camino arduo pero hermoso, muy hacia adentro pero que se enriquece en lo colectivo. Anclarse y reconocerse en la edad que corresponde es primordial para luego entregar una buena ayuda. Anclarse significa que lo que me pasa, lo tomo; logro tomar mi vida, los círculos de mi vida, a cada persona, cada historia, cada relación; cuando lo logro me empodero y soy capaz de creer en los demás. Creer en la persona a la que voy a entregar mí ayuda, es dignificarla y ese es uno de los puntos más importantes.
Astrid dice: “La buena ayuda busca empoderar, liberar, elevar y enraizar tanto al que da como al que recibe la ayuda. La buena intención no es suficiente. El impulso de ayudar en sí mismo tampoco es suficiente. Es necesaria una presencia anclada en el eje del amor maduro. Ese anclaje es la tierra fértil para iniciar el camino de la buena ayuda. El universo de la ayuda es extenso y como existe la ley de gravedad, la buena ayuda tiene sus leyes básicas para alcanzar su máxima expresión”.
¿Cuáles son las primeras leyes básicas? Astrid nos las plantea como preguntas que debemos hacernos. El plantearse desde una edad madura enriquece nuestra capacidad de entregar y agranda el corazón; el saber dar llena de colores y alegrías nuestra alma. Sentí que la invitación que me hizo Astrid a trabajar estos temas de vida es un regalo a mi desarrollo, el que quiero recoger con toda la confianza y amor, y una vez que comience a caminar por este sendero, quisiera replicar y transmitir a todas y todos los que sean posibles. ¡Sí, tomaré mi vida, para que mi corazón sea tan grande como ella!
If you wish to submit your testimony please write to astridbrinck@yahoo.com
Con todos los sentidos despiertos escucho la voz de Astrid que me dice: “Sí! Tu corazón es del tamaño de tu vida”. Las mujeres que me rodean no las conozco, pero las siento; a muchas nunca las había visto, pero no las olvidaré. Al recibir esas palabras, en sincronía cada una de nosotras comienza a tejer un telar multidimensional y multicolor que se compone de cada hebra que recogemos al repasar los momentos de nuestras vidas.
Y es así, repasando como lo hace una campesina con la tierra que ha ablandado para la siembra, que logro comprender las palabras de Astrid. Cuanto más me he empoderado, más me he enraizado y me he anclado en mi verdadera edad, mi corazón es más libre y se hace tan grande que tiene la enorme capacidad de dar lo mejor. La certeza nace de sus palabras: “Un corazón de una mujer que está anclada en su edad tiene la comprensión, el entendimiento y la riqueza para poder entregar”.
I am inspired to connect with my inner truth through Astrid´s creative ways and presence. She is an amazing example and inspiration to the world, a bridge between the heart and universal love. Reality resonates with her words, Love vibrates through her presence and mother nature seems to breath through her. Astrid is an authentic powerful woman with a strong connection to the spirit.
I am grateful for the roots and the wings, for the dance of balance and harmony, for the healing of the wounds and for the rising of love.
Working with Astrid Brinck is really amazing for me. Her work including the creation of trusting circles is deeply touching and healing. Astrid Brinck skillfully masters workshops of different topics, combining group processes, individual processes, healing music, nature experiences and creative work.
I love her brilliant and caring presence, being aware of every individual process, no matter how big the group is. I am thankful for her work. It made my life more joyfull and relaxed and gave me a better understanding of the big picture.
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